El tiempo es oro. Y más para los emprendedores que se lanzan a desarrollar su propio proyecto. En muchos casos, los profesionales freelance trabajan sin un límite determinado y no optimizan su tiempo. Para el emprendedor es muy importante establecer un horario y una rutina. La planificación te permitirá aprovechar cada vez mejor las horas y sacar adelante el trabajo según las prioridades que surjan día a día.
En www.idaccion.com proponen una lista de 8 consejos que nos pueden ayudar a exprimir el tiempo al máximo.
- Orden y organización. Invertir unos minutos en organizar tu escritorio u oficina te ayudará a administrar tu tiempo de forma más inteligente. Cada detalle puede afectar a nuestro rendimiento.
- Agenda. Ya sea en formato de papel como en una tablet, la agenda es una herramienta indispensable que nos permitirá establecer nuestra planificación y compromisos por escrito. La mente no es infalible y con la cantidad de ocupaciones del emprendedor la posibilidad de olvidar algún asunto es muy alta. Si lo escribes ordenadamente, te evitarás muchos problemas de memoria.
- Prioridades. Antes de comenzar a trabajar, es necesario pararse unos minutos a planificar el día de trabajo y el método a seguir. Priorizar los objetivos y los encargos para llegar primero a lo más importante. Una gran manera de sacarle máximo partido a tu tiempo.
- Planificación. Hay que tener en cuenta los imprevistos que seguro surgirán y planificar el trabajo con tiempo. Pensar a medio plazo te garantizará cumplir con los clientes.
- Fecha de entregas viables. Sé realista y estipula un número de horas razonables a los trabajos para evitar tardar más de lo planeado, perdiendo tu principal valor: el tiempo.
- Delegar. Es muy difícil ser experto en todas las tareas. Aquellas funciones que no controles, puedes externalizarlas contratando los servicios de otro freelance o repartirlas apropiadamente con el resto de socios.
- Descubre tus horas de mayor rendimiento y aprovéchalas. Focaliza tus prioridades en esas horas más eficientes.
- Descanso. La productividad no se mantiene al máximo nivel de forma continua. Un pequeño descanso de 15 minutos cada dos horas te ayudará a reiniciar la mente.